miércoles, 30 de mayo de 2018

Recuerdos Imperecederos





Gime, bandoneón,
tu tango gris, tal vez a ti te hiera igual
algún amor sentimental.
Llora mi alma de fantoche,
sola y triste en esta noche,
noche negra y sin estrellas.
Si las copas traen consuelo
aquí estoy con mi desvelo

para ahogarlo de una vez.

                                        Nostalgia.












Un día de aquel invierno
el universo se partió en dos
cuando el viento
nos contó un secreto 
y nos hizo despertar
en la tierra de las brumas.

Al despertar,
me miró incomodo,
algo perplejo
pareció buscar en el cajón
de los recuerdos,
un brillo de curiosiodad
en sus ojos,
algo debió encontrar,
pues me sonrió,
con la seguridad que da
la certeza de que nada
había cambiado.

Me sentí nerviosa, angustiada,
sin saber que decir,
ya conocía esa mirada,
una suerte de espejismo
una ilusión
¿Me bastaría un instante?

La realidad me produjo
inquietud
y el miedo me inundó;
Ten piedad,
 me suplicó con la mirada.

No me atreví a contarle
todo lo que a él se le olvidó,
no dejé que le sorprendieran
los recuerdos,
a él, que se le olvidó 
quererme.

Él, que fue protagonista 
de mi vida,
y yo, a su lado siempre.

Y si no dejo que me olvides ¿qué?
Y si no dejo que me saques de tu vida
¿qué?

Con aire ausente,
perdido en su irrealidad,
la respuesta nunca llegó.
Sentí un gran dolor
que fue creciendo, que se alimentó
de mi propia amargura.

Me reí nerviosa
pero era una risa hueca y falsa,
tan solo un doloroso desgarro
del alma,
quise rebelarme, pero no lo hice,
siguió presente
en cada uno de mis días
y más tarde en cada 
uno de mis recuerdos.




Contacta Vía Mail: alinuski5@gmail.com

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