domingo, 7 de mayo de 2017

Vannattuppūcci, மைரிபோஸ, Mariposa


Son regalos muy pequeños para un valor tan grande. Pero está en mis manos el dároslos, lo cual hago con el corazón alegre y con la esperanza de que los guardaréis no tanto por su valor como por lo que significan corno recuerdo.

                                                                            Lloyd Alexander.











Le regaló un beso alegre
y una mirada cómplice,
un manojo de  verdades nuevas
a las que agarrarse.

Un instante mágico
que la hizo olvidar
antiguos desencuentros.

Un millón de mariposas
que anidaron en su alma
y alborotearon 
su corazón.

Mil sonrisas
y una más,
para que nunca le faltará
la alegría de vivir.

La volvió a mirar
de nuevo
con aquella mirada
que un vez se quedó
dentro para siempre.

Esa mirada,
que entre todas las miradas,
la escogió a ella
para siempre.

La llevó al límite 
del amor y la cordura.

Dejo en ella
su rastro

Volvió a ser ,
su punto de referencia
para no volverse
a perder nunca 
en la vida.







Contacta Vía Mail: alinuski5@gmail.com

2 comentarios:

  1. Son los pequeños gestos los que nos coronan la vida. Un hermoso poema

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. .. y, añado con permiso, a veces, deberíamos ser más generosos.
      Gracias Demian, un saludo
      alicia

      Eliminar