Te miro silenciosa
acurrucada,
en un rincón,
donde ordeno mis recuerdos.
Sueños, que al crecer,
olvidamos, dejamos atrás
y al final olvidamos.
El pasado se convierte
en algo más real,
que esta vida gris.
Tú, no te das cuenta,
o no quieres hacerlo,
quizá, ya no haya motivo.
Un suspiro desvaído,
gastado, casi imperceptible.
La quietud
se convierte en vacío.
¿Y si me enseñas
el camino,
el que un día perdí?
¿Y si recorremos las calles,
plazas, los lugares,
donde un día fuimos uno?
¿Y si, me coges de la mano,
me miras a los ojos
y me dices:
Acompáñame a vivir. ?
El camino siempre es seguir adelante...
ResponderEliminarSaludos desde mi "Barco de papel"