Por una promesa,
ahora tus palabras
me esquivan.
Por una promesa
hasta mis sueños,
preguntan por ti.
Sueños, que en la noche
me mantienen viva.
Sueños, que se van a la cama
buscando tu calor.
Noche fría y larga,
noche que no acaba,
porque ya no estas.
Y solo, la luna
me ve llorar,
y las estrellas tejen
un pañuelo
para mis lágrimas secar.
Y, cómo no tengo derecho
a pedirte un mañana
y no se si el futuro
me llevará contigo,
te devuelvo tus promesas...
todas.
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