lunes, 14 de diciembre de 2020

Asfixia , ahogo, tormento, locura , aflicción






Un día vi ponerse el sol cuarenta y tres veces, cuando se esta verdaderamente triste son agradables las puestas de sol.

                                      Antoine de Saint Exupery.








Corazón con insomnio .

Un silencio amargo,
un silencio muy triste,
un profundo suspiro.

Besos apresurados, besos
amañados.

Risas tristes,
conversaciones desanimadas,
canciones destempladas.

Cinco impulsos,
el primero,
huir.

Recuerdos que nunca
pasan de largo,
que se quedan prendidos 
en el alma.

Respirar
más allá el aire.

Detalles intrandescentes
que me visten de azul.

Soledad en todos los rincones.

Un cuaderno yermo.

Días, meses, años, Vida,
sinsentido, espacios,
estaciones.

Luces a la sombra del día
envueltas en desconfianza.
Esperanzas encogidas.

Desgarros causados
por tu huida.
Me pierdo en un mar
embravecido
y en penumbra.

Me convierto en humo, 
estrella cambiante,
en cielo sin sol,
en rayo que hiere.

Tormenta que niega 
la calma
y el tiempo que no me
trae el olvido.

Aceptación, este es nuestro 
destino: 
Ruinas



miércoles, 2 de diciembre de 2020

Volverá




 No os pido juramento de  amor eterno, ni exageradas protestas. Amadme tanto como lo quiera Dios. Yo haré  otro tanto  por mi parte


                              T. Gautier





















Me besa
después, se va
y no queda nada de él
cuando cierra la puerta
y oigo sus pasos
alejarse,
ni su olor, ni rastro
de su presencia en mi vida,
viene y va,
nunca se despide.

Volverá,
y yo lo esperaré 
todos los días
mi amor es infinito
 
Somos extremos.

Amor que no se me pasa,
que no se me olvida.

Cuando no está 
lo sueño, 
tenemos un pacto,
no voy a romperlo.

A veces, me gana la impaciencia
entonces respiro
y pienso que sigue ahí
intacto
en el centro de mi vida.

Guardo en mi,
este amor extraño,
que a veces es insoportable.

Todo está claro,
así nada duele
y aunque no sepa muy bien
como seguir,
toda mi vida lo esperaré.

Es un vivir sin sentido.

Una parte imborrable 
de mi vida
que retorna a mi 
como una ruta 
a ninguna parte.

domingo, 29 de noviembre de 2020

Buena para nada







Por estar atenta al sentir del otro no se sintió ella. Algo le taladraba el corazón al comprender que por mirar a través de no vio.
Por encender a los demás, se apagó. Y ahora no sabe que hacer con tanta desolación.

                               Marcela Serrano.













El cielo se deshizo 
en lluvia.

El aire era 
de un frío cristalino
limpio, azul oscuro
casi negro.

La noche se abrió
de par en par.

Las calles desiertas,
el asfalto húmedo.
En algún lugar
una campana
da la hora.

Cada paso un hundimiento
en la tierra mojada,
el viento que la lleva.

Por delante, 
luz de carretera
asfalto y kilómetros.

Camina sin rumbo
cantando canciones
lastimeras
colgada de sus nostalgias.

No es capaz de sentir,
no es capaz de pensar
no hay consuelo posible
está sola,
no la acompaña nadie.

Su expresión es distante
sus pensamientos lejanos
a la luz de luna 
casi llena,
una sonrisa apenada,
asoma a sus labios.

Quiere gritar al silencio
quiere ser parte de un todo,
envuelta en su inmensa
soledad
poder llenar para siempre
los vacíos.

El cansancio llega
con las luces del alba,
y ya sin miedo
todo queda en calma.




lunes, 23 de noviembre de 2020

El refugio de las miradas





Dos personas que se miran a los ojos no ven sus ojos sino sus miradas.

                            Robert Bresson.









Mucho antes de ti
antes de que la ansiedad
se le metiera 
en el pecho,
cuando los susurros
se mezclaban con el viento
dejando las nubes
preñadas de mensajes
de amor,
buscó otros brazos
donde guarecerse,
pues sintió
que el destino 
se había vuelto loco
y conspiraba para que
jamás lo encontrara.

Su corazón se encontraba
perdido
y buscaba a tientas
quién lo protegiera,
pero solo encontraba sombras.

Buscó y buscó,
algo que nunca encontró.

La soledad se hizo fuerte
en su alma, la atrapó
y entonces la tristeza
se hizo un hueco
en su vida.

Un dolor desquiciado
se empeño 
en acompañarla.

La espera la asustaba
quizá porqué se sabía
enamorada de un imposible.

No encontraba la manera
de liberarse de sus tristezas
y sus penas,
sus sueños estaban astillados,
y de pronto, un día,
se encontró con su mirada
y se quedó enredada
para siempre.

Desde entonces
el cielo tiembla
cuando sus ojos 
se encuentran.

domingo, 22 de noviembre de 2020

En los sueños empieza todo




Nada es tan agotador como la indecisión, y nada tan inútil.

                          B. Russell





Quise besarte
pero estabas tan dormido
que no quise sacarte 
de tus sueños
pues sabía que allí
también estaba yo.

Con los labios cerrados
tarareé una canción.
Quise acomodarme
en tu abrazo,
esconderme del mundo
y desaparecer,
pero fui cobarde
y me quedé,
con las prisas, las dudas,
la indecisión.

Contradicción.

Mi todo,
mi nada.

Me quede quieta
sin hacer nada
más que mirarte
y miles de recuerdos
llegaron para entretener
mi memoria,

Cuándo se ama
todo parece distinto,
conocerte fue amarte
amarte fue perderme,
pero el tiempo 
transcurrió
y en tu respiración tranquila
el mundo nacía 
siempre de nuevo.



viernes, 20 de noviembre de 2020

La cara oculta de sus letras




Escribir es defender la soledad en la que vivo.

                    María Zambrano.






Escribía 
para ahuyentarle,
para atraerle,
pura contradicción.

Era desesperante,
todo por comenzar,
todo por comprender,
todo por decir.

Se alejaba de mi
quizá le había traído
recuerdos tristes
por eso se mantuvo alejado,
quizá,
le ahuyentó mi indecisión.

Sentí pena por mi,
por el vacío
que dejaban sus borrones
y ausencias.

Sentí pena por  él
y su muro de palabras,
que construyó para mi,
lleno de miles de grietas
por donde se me iban
la vida y la esperanza.

Todo me llevaba a la soledad,
me daba miedo
quedarme atrapada
que sus palabras se derrumbaran
sobre mi,
que me aplastaran.

Huía entonces,
sabiendo que era inútil.

Mis letras eran dependientes
de las suyas,
lo seguía como un perro fiel,
recogiendo migajas,
buscando vacíos en blanco
en su cuaderno
donde guarecerme,
deseaba que
sus dedos manchados
de tinta
 escribieran versos 
dorados en mi espalda,
estrofas que me engulleran
y poemas donde me hiciera 
suya.




jueves, 19 de noviembre de 2020

Los abrazos esperados





Abrázame en tus alas, que otro aire no me roce sino tu aliento, del que vivo y muero.

                            Antonio Gala.




Es una tarde de junio
que huele a sal.

El sol calienta 
las golondrinas cruzan
el cielo azul,
yo perfilo con mis dedos
tus labios.
Y así arropada
entre tus brazos,
parece que floto 
entre las nubes.

Es domingo, son las dos
de la tarde
y hay mil secretos
que no se pueden revelar
entre los dos.

Me giro y acaricio la mano
que acaricia mi mejilla,
una mano cálida, fuerte,
por donde mis lágrimas
pueden correr libremente.

El cielo sigue azul,
no se ve ninguna nube,
el sol se ha puesto pálido,
siento frío en la nuca.

El tiempo pide su tiempo
y las horas pasan tranquilas,
todo se vuelve lento e indefinido.
El viento acaricia mi cara,
es muy débil, apenas una brisa.

El sol empieza a ocultarse
tras el mar.
Yo estoy de pie en la playa
de espaldas a ti.

Sonrío mirando al vacío
y en el vacío están
todos
los recuerdos que llenan
mi vida.

A pesar de lo tiempos
y las distancias
del abismo de la aceptada
indiferencia.

Tomo tus manos entre las mías
hasta que de repente
noto tu calor 
y se entrelazan nuestros dedos.

Me doy cuenta de que pienso
como quiero
y rodeada de ternura
entre tus brazos,
entiendo que es lo que
cabe en un abrazo,
serenidad, dulzura y acogimiento,
que borra el dolor
por tanta perdida
y pienso que a pesar de todo
ojalá,
no se acaben nunca los abrazos

martes, 17 de noviembre de 2020

Tengo un regalo pá ti





Déjame está noche soñar contigo...

         Zenet 






Si quieres con todo mi encanto
te canto un bolero.

Aunque nos caiga 
un aguacero
en el albero.

En tus manos
pongo luceros
y clavelitos
en tu pelo.

Bajo un cielo
azul acero,
muero
si de tus labios
sale un te quiero
y prometo,
que serán tuyos
todos mis latidos.

Te regalaré 
miles de flores
de colores
para que mires
con los ojos alegres
y el corazón llenos 
de amor.

En la Puerta del Perdón
de la catedral,
las campanas
a alegría tocaran,
cuando me digas que sí.

Será en  San Juan,
ante el Cristo Salvador,
cuando una lluvia de arroz
nos caerá.

Buscaré
en un laberinto de callejuelas
una casa con olor a jazmín
y azahares,
te compraré,
¡la más bonita!
y cada tarde
cuando escuches
el tañido de las campanas
de la Candelaria,
a las siete en punto,
 a tu vera me tendrás,
mi amor de cabellos negros
y ojos de primavera.

Los días como un 
un remolino
pasaran,
te escribiré 
poemas de amor
y envueltos en una promesa
te los regalaré.

lunes, 16 de noviembre de 2020

Letras al viento






Las letras y los dibujos eran hermanos de padre y madre :el padre el lápiz afilado y la madre la imaginación.
                     Carmen Martín Gaite





Mis letras
empiezan a danzar
cuando empiezo
a escribirte un momento
antes de que el día
se vuelva oscuro.

Te escribo en horas
perdidas,
para amarrarte
a mi alma
y poder ser templo tibio
de tus noches ebrias.

Te escribo para que sientas
cada segundo, cada suspiro
que vuela,
que mis líneas sean caricias
que nunca cesen.

Que aunque me releas
una y mil y mil veces
más,
siempre seas la primera
vez.

Te escribo para detener
el tiempo,
desnuda como la mañana
clara, 
me abro a ti en estas letras
llenas de universos.

Palabras sin voz que te reclaman
en silencio.
Déjame ser lluvia
en tu cuerpo,
suspiro, respiro,
amor sin tiempo,
amor de invierno.
Sombra, luz,
abrazo ciego.

domingo, 15 de noviembre de 2020

Nada menos que amor







Pensando en mi felicidad, me acordé de ti.





Y así andaban
tanteándose
sin que ninguno 
se atreviese
a dar un paso adelante.

A veces, jugaban
a las escondidas
otras a ignorarse,
otras muchas, se acorralaban,
se acechaban
tan solo con la mirada.

Siempre el silencio
les acompañaba.

En ocasiones
trataban de olvidarse,
aceleraban el tiempo
o lo paraban 
a su antojo,

Se deseaban con furia
más allá del sentido,
pasión sin calma,
amor de luna callada
de días inciertos.

Sombras de amores
ciegos,
que en el ocaso
se desnudaba
inundaban la noche
de besos,
mojando sentimientos.

Entre sombras y recuerdos
hasta hacer que todo
estallara
enredados tocaban el cielo
y se decían 
te quiero.



sábado, 14 de noviembre de 2020

Érase una vez un recuerdo







Amo tener mis fantasmas, y amo tener mis recuerdos.

                             D. Reynolds








Recuerdos,
rodeados de oscuridad
me rodean,
me hacen temblar de frío.

Vaporosos, tenues,
casi invisibles
me llevan al abismo,
a la locura, al silencio.

Aparecen y desaparecen
a su antojo.

¿Se puede tocar
un recuerdo?

Estas ahí,
escondido, muy cerca,
estas agazapado
en alguna parte
tan, tan cerca
que casi puedo tocarte.

Ya no tengo sitio
para más pena
y la nostalgia es un veneno.

En silencio,
escondida del mundo,
escribo
renglones trazados
con esmero
en un papel resbaladizo
para intentar construir
una palabra
que no existe
y que no puedo inventar,
solo para ti.

Palabras escritas
sin miedo
para que no desaparezcan
en el olvido,
para tener juntos
un final sin final.




miércoles, 11 de noviembre de 2020

Pulvis et umbra






Somos polvo y sombras


                                           Horacio.



He varado mi cuerpo
en otras orillas.

Me he sumergido
en la profundidad
de un océano oscuro.

He calmado mi ansiedad
frente a un mar
en calma.

Me dejé acariciar
por la espuma
de mil olas plateadas.

He enterrado
mis pies descalzos
en la arena
para anclarme
a este presente
que me ha detenido
en la tristeza.

Los cambios de rumbo
me hacen recelar,
no confio,
no he aprendido
a hacerlo.

El agujero que tengo
dentro,
me está engullendo
despacio,
noto como ese agujero
se va agrandando
cada vez más.

Me siento en el precipicio
quiero tirarme
para caer del todo
en el olvido,
pero nunca lo consigo,
no me atrevo.

Mi mente siempre vuela
para alcanzarte,
la locura no fue generosa
conmigo,
no me alcanzó,
tan solo me dejó
una sombra de días 
inciertos,
pues hubo una tarde
que no se proyecto la luz.
Tu luz...