miércoles, 26 de marzo de 2025

Como si no hubiera un mañana














Me besó hasta enloquecer

por completo.

Me amó como si fuese

la última noche de su vida.

Ahuyentó el frío de mi alma,

pero no me atrapó.

Me confesó que sin mi piel

sus manos estaban vacías.

¡Solo tú me has salvado!

quisieron gritar mis labios,

tan solo le rogué con toda mi alma

que me abrazará.

La luz del alba se intuía tras las persianas,

no pude ver sus lágrimas,

ni sus ojos que me miraban

como si quisieran besarme.

Corazón y sentimiento,

un lamento lanzado al aire

y el destino

que nos negó amparo.

Apurando hasta el último segundo,

como si no fuéramos

a vernos nunca más,

dejamos alargar el silencio.

Palabras imposibles de pronunciar.

sin consonancia,

vacías de promesas

que podrían llegar a ser peligrosas.

Supimos callar.

Ajenos al tiempo

me regaló el sabor

de un último beso .









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