Vio su reflejo ausente,
se sintió cómo si fuera
dos personas diferentes.
En su mirada,
años vacíos,
un abismo insalvable,
una vida sin futuro
sin nada que esperar.
Algo parecía suceder,
su mundo se le venía encima
o quizá,
no sucedía nada en absoluto.
Viendo su imagen en aquel espejo,
era fácil echarse a llorar
y no parar nunca.
Se olvidó de vivir, de existir,
casi de respirar,
olvidó que alguna vez
deseo otra cosa.
Sintió miedo,
un miedo atroz,
se sintió perdida y lucho
para salir de ese
lugar donde vivía encerrada.
Entonces, se dio cuenta
de que era real,
sonrió y supo
que su futuro no volvería
a estar vacío.
Estaría lleno de esperanzas
y sueños por cumplir.
Sintió cómo se dibujaba
una sonrisa en su alma,
renació,
y se prometió ser feliz.
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