Atardecía,
estaba ahí,
podía ver su silueta,
oír su respiración
envueltos en la penumbra,
casi podía oler su perfume.
la lluvia, como musica
de fondo,
y un deseo latente
de vaciar su alma.
La noche siguió avanzando,
ahora, no podía verlo,
pero lo intuía.
Quiso decirle,
todas las cosas que sentía
que se iban a desbordar
de su corazón.
No lo hizo,
simplemente se levantó,
prendió la luz,
se acercó y lo abrazó.
El, con su mirada
le regaló la fuerza
que ella necesitaba
para volver a comenzar.
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Me gusta tu estilo, al leer tus letras logras que pueda recrear los momentos, besos,ana.
ResponderEliminarMuchas gracias Ana por tus palabras ;)
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