lunes, 6 de enero de 2014

Una suplica, un ruego, un deseo,








Secretos que oprimen el alma
y dejan cicatrices
profundas, difíciles de cerrar.

No se fijó,
en que estaba demasiado silenciosa,
ni se percató del vacío
que sus ojos desprendían.

No podía hacer nada,
y nada hizo.

Cerró los ojos,
no quería una última despedida,
no quería decir adiós.

Solo, la miró,
en su mirada,
una suplica,
un deseo, un ruego,
una orden, 
quiéreme.

Ella, rehuyó su mirada.

Ninguno de los dos habló,
era demasiado tarde 
para las palabras.






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1 comentario:

  1. qué poemas más melancólicos, qué dolorosos, transmiten lo que quieren transmitir, que es mucho. te dejaré la dirección de mi blog pq creo, d verdad, que mis poemas también te gustarían mucho. es http://alejandrovargassanchez.blogspot.com Ah, y te tengo en cuenta para los premios 20blogs. un saludo

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