Nunca sonreiremos tanto
como aquel amanecer.
Fuimos el todo
para nunca terminar.
No hubo marcha atrás
para alcanzar tu corazón,
nunca llegué a alcanzarlo.
¿Cuantas partes de mi alma
se quedaron en esa habitación?
Tan solo bastó,
una mirada,
para querernos,
y un segundo,
para perder
el mundo entero.
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