sábado, 13 de abril de 2013

era un hombre triste...




Era un hombre
al que el alma
se le escapaba
por las rendijas  del corazón.

Que escondía sus lágrimas
y lloraba sin llorar.

Reía sin risa,
porque solo conocía
la tristeza
y vivía sin vivir
porque no quería 
conocer la alegría.

Quiso ser dueño
de la tristeza,
de la deseperanza
y el dolor.

Se hizo amante
de la soledad,
para sentirse libre
de afectos y emociones.

Era un hombre
sin sombra,
sin vida
sin futuro
ni esperanza.

Era un hombre triste
un triste hombre.

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