viernes, 2 de enero de 2015

Fragmentos







Hoy nuestras miradas tropezaron. Nuestras miradas y nuestras almas. Tus ojos y mis ojos, y sin hablar lo dijimos todo.
Tu sonrisa quiso abrazarme, como ya lo hizo una vez.
No pude devolverte la sonrisa, no era feliz, te lo habías llevado todo.

Me olvidé de quién era yo, olvidé decirte adiós y mientras tanto el tiempo me fue llevando donde acaban los sueños incumplidos, a ese vacío donde ya no importa nada, porque ya te habías ido, donde yo , no podía encontrarte.

Ni siquiera me dejaste saber quién eras, el de verdad, el que se ocultaba en su tristeza y en sus letras, en esos ecos del pasado que tanto te atormentaban.
Siempre huyendo, siempre alerta, para no mirar atrás y ver continuamente la sombra de su recuerdo, que no te dejaba respirar, ni avanzar, ni amar, te daba miedo la entrega, te daba miedo amar.

Y yo, donde quiera que estés, llevo tu aroma de tabaco y mar, impregnado en mi alma.
Dos almas, y el mundo.
Nuestro mundo y el atlas de las nubes que dibujaste para mi. Azul acero de un cielo que traía el viento de la nada, el viento en el agua, el viento de mis velas, que a tus brazos me guiaban, navegando en un barco cargado de pesares, siguiendo la estrella del sur, la que más brillaba, esa donde una vez tuvimos una cita y a la que ninguno de los dos acudió porqué su luz nos deslumbro.

El cielo se convirtió en un infierno, ya no fue un cielo protector, ni el arco iris tuvo los colores de nuestros sueños.

El destino también jugaba la partida con cartas marcadas y no vimos su farol. Se nos avecino una tormenta y ese fue el momento en que todo cambió.

Nuestro país de las risas se convirtió en el paraíso imperfecto. El huracán arrasó con todas las promesas. 
El sabor de las penas nos inundó. El diluvio cayó en un beso. El sonido de la vida cesó y lo ocupó el silencio del miedo.
El sueño se volvió imposible. El tiempo dejó de unirnos, llegaba el final y nos dejamos llevar en las alas de los desencuentros, perdimos la inocencia de los encuentros y pasamos de escribir la mas bella historia de amor jamás contada, a ser el eterno olvido.

Una historia de amor sin titulo, sin capítulos, tan solo, un pequeño fragmento y un final. ¿En que momento lo perdimos todo? Como permitimos que el frío nos envolviera, como dejamos que nos inundara el desamor dejando nuestras vidas perdidas

Olvidamos decirnos, te quiero. Olvidamos, lo que nos quedaba por vivir, nos falto el tiempo, perdimos la luz.
Quedaron pendientes mil cosas por decirnos, antes de perdernos.
No nos alcanzo la vida. Lo que perdimos fue, el intenso calor de la luna, la magia de la vida. Ese instante supremo.

Creer, que todavía no era mañana y que todo iba a cambiar después de la lluvia, que podríamos volver a viajar a la inocencia.
Olvidamos como eramos, uno antes del otro. Por eso, por lo que nos dimos y lo que no supimos darnos, no deberíamos olvidar que una vez nos quisimos.






Contacta Vía Mail: alinuski5@gmail.com
Mi Libro de poesías: "La vida me sorprende": E editorial ArtGerust : La vida me sorprende

1 comentario:

  1. Olvidamos, lo damos todo por hecho y... se cuela la distancia y el olvido.

    Qué tristeza en las historias de amor que naufragan!!

    Mil besitos, Alicia.

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