rota , vacía, enterrada en ese dolor, tan tuyo, tan grande tan profundo, que no te permite luchar, ser fuerte
ante la tormenta.
No hablas, porque piensas que nadie te escucha. Eres invisible y nadie puede verte, solo tú y la lastima.
A solas, con tus fantasmas que te empujan hacia una pesada soledad que a la vez te empuja hacia el miedo y que te
paraliza las ganas de sacudirte la pena, ponerte en pie y buscar un camino nuevo, cruzar la puerta que te separa del abismo.
Y así estás,
con el rostro y el alma, llenos de ira y lágrimas , llena de negación y rabia, que te impiden cerrar la herida que tanto te duele.
Intentando avanzar, deteniéndote cada poca a tomar aire, porque a ratos sientes que te ahogas. Y sientes que tu vida termina, que tu voluntad se derrumba.
Y abatida te dejas vencer y caes en una cruel espiral de la que no sabes como escapar.
Y así estás,
sintiéndote una marioneta en manos de un destino que se divierte a tu costa, porque sabe que esta mano la tiene ganada, porque ya no tienes fuerzas, ni ganas ni esperanzas.
De momento...
... Derrotada, pero no vencida
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Mi Libro de poesías: "La vida me sorprende": E editorial ArtGerust : La vida me sorprende
Solo es una batalla perdida. Ese sendero me es conocido, veo que somos muchos los caminantes que peregrinan por allí. Haces que la tristeza parezca bella, sin embargo no deja de ser tristeza. Te felicito por cómo transmites, Alicia.
ResponderEliminarMil besitos.
Gracias eres un cielo ;)
EliminarHola.
ResponderEliminarUna bella prosa, colmada de dolor pero con un final que permite ver que la razón aún existe a pesar del caos de sentimientos en que está inmersa.
Felicitaciones.
Gracias Ricardo
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