Pensando en mi felicidad, me acordé de ti.
Y así andaban
tanteándose
sin que ninguno
se atreviese
a dar un paso adelante.
A veces, jugaban
a las escondidas
otras a ignorarse,
otras muchas, se acorralaban,
se acechaban
tan solo con la mirada.
Siempre el silencio
les acompañaba.
En ocasiones
trataban de olvidarse,
aceleraban el tiempo
o lo paraban
a su antojo,
Se deseaban con furia
más allá del sentido,
pasión sin calma,
amor de luna callada
de días inciertos.
Sombras de amores
ciegos,
que en el ocaso
se desnudaba
inundaban la noche
de besos,
mojando sentimientos.
Entre sombras y recuerdos
hasta hacer que todo
estallara
enredados tocaban el cielo
y se decían
te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario