Al final, solo se tiene lo que se ha dado.
Isabel Allende.
Con sus dedos
en tus labios
unas sonrisas
dibujó.
Te enredó
en los caracoles
de su pelo
para espantar el miedo.
Lleno de flores
el tiempo perdido,
ese que hace daño
en el pecho
y busca cobijo
en el presente.
Te dio la mano
con los ojos cerrados
para respirar al viento
con el alma y el cuerpo,
recorriendo caminos ciegos.
Escribió versos
que hablaron de ti
antes de saber de ti.
Preparó para ti,
atardeceres sin ruido
para bailar
boleros inventados
por ti,
para que no te llevaran
al precipicio.
Se convirtió en viento
para soplar fuerte
a tus alas
que te hicieran tocar
lo imposible.
Se volvió tentación
y pecado, casi,
piel de tu destino.
Y tú a cambio,
le diste,
alguna canción
despistada.
Un adiós ingrato,
unas cuantas mentiras
disfrazadas de poesía,
que tu creíste que
ella creería.
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Que triste es amar sin percibir, entregarse al amor que solo quiere huir de ti, que triste es ver tu ilusión rota, cuando todo sigue creciendo en ti.
ResponderEliminarMe gusta como has jugado y construido las metáforas de estos versos.
Saludos.
Gracias por tu comentario y por tus visitas, un saludo alicia
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