Convierte los puntos en letras, las letras en palabras, las palabras en un mundo.
Anthony Doerr
espera una respuesta,
espera que le diga
porqué el llanto
me asalta cada noche.
Espera, intentando hacerse
un hueco en mi vida,
no entiende que me ahogo
en una batalla silenciosa,
qué la angustia
se ha instalado en mi pecho,
que debería dejar de buscar
un lugar a mi lado.
Pero no se da por vencido
quiere encontrar la manera
de escuchar mi corazón
latiendo por él.
Va guardando mis sueños
esos, que yo deshecho,
para regalarme los con su mirada.
Me habla, y al escuchar
su voz, se mundo se para.
Me promete palabras infinitas,
letras nuevas y audaces.
Palabras que tienen
el sabor de sus labios
y su deseo.
Palabras llenas de amor
de valentía, de vida,
palabras donde no cabe el no,
donde se funden la esperanza
y el sosiego.
Palabras pronunciadas en presente
cargadas de futuro.
Palabras dulces y enamoradas
que hacen que mis alas
se despliegue y echen a volar.
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