Se amarían.
Así lo decidieron,
les faltó voluntad, sucumbieron
a la debilidad
y cayeron en la tentación,
aún a costa
de tener que mentir y engañar.
Fue el precio del placer,
juntos buscaron
el último paraíso,
la última oportunidad
de sentirse fuertes,
deseados, vivos.
Se necesitaban,
ella, para sentirse
protegida, amada.
Él, para sentir
que aún tenía la capacidad
de amar.
Entre sábanas suaves y frescas
enredaron sus deseos.
Olor a pasión flotando por el aire.
Saborearon cada beso,
disfrutaron cada roce
de sus cuerpos,
recorrieron cada centímetro
de piel,
despertando deseos
que yacían dormidos.
Inventaron caricias
que los hicieron sentir
casi inmortales.
Jugaron con el riesgo
compartiendo un secreto,
amándose con avidez
por todo los años
que había perdido.
Bañados por la intimidad
de una luz tenue,
de una brisa remolona,
en un atardecer
que quisieron hacer eterno
para borrar por un momento
lo que les ataba al presente.
Se amaron.
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Mi Libro de poesías: "La vida me sorprende": E editorial ArtGerust : La vida me sorprende
Hermosas líneas que dibujan una realidad que no todos por igual entienden… El amor de dos amantes, no deja de ser amor aunque sea prohibido.
ResponderEliminarAmor, aún prohibido, no deja de ser puro. Precioso poema, Alicia.
ResponderEliminarMil Besitos de sábado.
Me ha encantado ...felicitaciones
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