Ninguno de los dos,
estuvo solo,
aquella noche.
El, la acompañó
en su soledad,
y ella desperto,
de madrugada
intentando llegar
a su corazón.
Y aunque lo hilos del corazón,
no siguieron tejiendo,
no se rompieron,
recuerdos, risas, caricias,
amor,
nada se perdio.
Porqué, tal vez, no sea ya nunca,
o tal vez, sea para siempre,
pero en algún momento ,fueron
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