Nos quedaban tantos mundos por descubrir.....
En el filo de mi cama
se quedaron tus deseos
y mis ganas.
No perdí tu rumbo
porque nunca lo tuve.
No pude convencerte,
para que no te marcharas.
Solo el viento sabe de destinos,
y el nuestro
nunca fue propicio.
Y así, se nos paso la vida
entre un hola y un ádios,
el tiempo parece,
una eternidad.
Yo, te quería, libre,
libre de penas y dolores
de culpas y remordimientos,
libre te quería,
porque en mis sueños,
eras libre.
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