Lo que se hace por amor está más allá del bien y del mal.
F. Nietzsche
Y pasa el tiempo
hace frío en Madrid.
Sus brazos siguen
esperando
que te abandones
a su suerte.
Veintiún grados de calor
acumulado
para quemarte junto a ella.
Corrientes de deseos imposibles
recorren su interior
y sus dedos
señalizan para ti
cada recoveco de su cuerpo,
para que lo recorras lento,
despacio,
muy despacio,
entre sábanas revueltas.
Se muestra desnuda,
muerde sus labios
y moja el silencio.
Un suspiro
que no puede esperar
y se convierte en gemido.
Con furia de mares
se adentra en ti
y sientes el latido
de la vida entera.
Entre la piel y el alma,
amor, vida y deseo,
un querer sin tiempo.
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