Permanecer solo, con los ojos cerrados, en medio de las fuerzas más monstruosas que braman en torno, y, sin embargo, sentir palpitar en los labios la palabra misteriosa de la liberación: he ahí la dura suerte del hombre. ¡Un navegante por mares desconocidos, en una noche tempestuosa!
CRISTIAN FRIEDRICH
Enhebrando el desconsuelo
con silencios
fue cosiendo las sombras
que anidaban en su corazón.
Entretejiendo anhelos
se le pasó la vida.
Lazadas de recuerdos
formaron hilo a hilo
el mapa
de todo aquello
que su corazón guardaba.
Cosió como si en cada
puntada pudiera
curar el alma
para tejer
un pañuelo
que enjuagara su tristeza.
Tejer el manto de la tristeza se hace duro si la vida no da treguas.
ResponderEliminarMe gusta mucho el final, es como decir que a base de sufrir aprendemos a superar.
Saludos. Felices fiestas en la medida de lo posible.
Felices fiestas para ti también y gracias siempre por estar.
EliminarUn saludo
Alicia