¿Qué podía hacer a dos personas prometerse mutuamente pasar
juntos cada día del resto de sus vidas? Ah, ya sé. Era una cosa llamada amor.
Una simple palabra: Amor
Cecelia Ahern
En la esquina del Pecado,
mira que fino hila el destino,
la Virgen de la Cariá,
penitencia te podrá,
por el beso
que sin verguenza
me has robaó.
Que aunque venial,
falta es,
pues formalmente
y ante San Felipe de Jesús
mi mano a mi pare
no has pedido
y bendecía nuestra unión
no está...
Y después de un beso
entre promesas y jugescas
una caricia querrás,
un arrechucho conseguiras
con palabritas de amor.
Más tarde, un no se qué
me sube por aquí,
!uy que caló, jesús!
y después que una,
con los sentíos
nublaos perdiá está,
ni todos los santos
del cielo la pueden salvar.
Que ya se sabe
al pasar por el rio
!Ay santito mío!;
pero ya pasado,
santo olvidado,
y si te he visto
no me acuerdo.
Así que, sí mis quereres
ansias,
de punta en blanco
a los doce en punto
en el altar
de la Iglesia del Espíritu Santo,
me esperas,
bajo palio
gallardo y altanero
y tras tu juramento
todos mis besos
te entrego.
Contacta Vía Mail: alinuski5@gmail.com
Precioso
ResponderEliminarGracias
ResponderEliminarUn saludo
Alicia