Luces y sombras

Habrá veces que tengas que vencer la oscuridad, aún sin luz.

                                           anónimo

El  aire olía a sal y a humedad.  Un trozo de luna en un cielo cubierto de nubes negras que ocultaban las estrellas. Se sentía sola y sin aliento rodeada de oscuridad.

Una vasta y opresiva sensación de pesadumbre la rodeó  hasta dejarla atrapada.
La pena retornó. Miedo y desconcierto. Tristes pensamientos. Duda constante que amenaza su sosiego. Instalada en su corazón no encontraba la manera de hacerla salir.

Mutismo triste y gris, silencio contenido.

La certeza de que lo sucedido desde el principio, era inevitable, provocaba su angustia. Rehén de sus silencios, oscuras desesperanzas la rodeaban. 

 Mantuvo su mirada fija en el horizonte, con el corazón hundido por la peso de la pena, con el dolor arraigado en su alma, se dio cuenta de que tendría que vivir con ello el resto de su vida.... y entonces fue cuando perdió la fe. Apoyó la cabeza entre sus manos y lloró.

Solo necesitaba sentir que le llanto y las lágrimas se llevaran los malos recuerdos, para seguir, para respirar, para recuperar el equilibrio, que el dolor se quedara dormido y que el destino le brindara de nuevo la posibilidad de sonreír.

Que la vida le diera tiempo para encontrar el camino y que su alma terminara por cicatrizar.










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