"A veces nuestra luz se apaga, pero se enciende de nuevo en una llama instantánea por el encuentro con otro ser humano" Albert Schweitzer
Cerrando lo ojos
al sentir que se ahogaba
rasgó sus entrañas
un llanto desbordado.
Derramó lagrimas
que mojaron su piel,
en cada lagrima
se le escapaba el alma.
No pudiera
tan cerca que lo tenía
acercarse,
para tocarlo, para abrazarlo,
para curar sus heridas,
arrullarlo en su pecho
para aprisionar su dolor.
Lamer las grietas profundas
de su alma,
vestir de luz las sombras,
regalarle una vida
sin pesares.
Con los ojos cerrados
le decía:
Quiero morir amándote,
beber tu aliento
hasta la última gota,
que seas mi último suspiro.
Del centro de su pecho,
una herida,
por donde sangraba su alma
y brotaban a raudales
deseos y pasiones
para inundar su vida
de la fuerza de su pasión.
Rogó al viento
que arrastrara su razón,
cerrando puertas y ventanas
a la soledad y la desesperanza.
Pidió a la vida
ser esperanza
en su sueño.
Pidió a la vida
ser esperanza
en su sueño.
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Mi Libro de poesías: "La vida me sorprende": E editorial ArtGerust : La vida me sorprende
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ResponderEliminarsaber que mis letras llegan a corazones tan hermosos como el tuyo, hace que valga la pena seguir.
ResponderEliminarUn beso y mil sonrisas
ali