Lo que el tiempo no olvidará....sus recuedos

Llegará un día que nuestros recuerdos, serán nuestra riqueza.
                                        Paúl Géraldy  (poeta y dramaturgo).

Los recuerdos son horas vividas, perdidas, sentidas, que nos hacen humanos, encierran la verdad de lo vivido. 
Son como gotas de agua que a veces brotan de nuestra mirada  y en nuestros labios se transforman en sonrisas.

La gente siempre espera que el tiempo termine por borrar los ecos del pasado, difuminando los recuerdos.
Ella, los guardaba, todos, era lo mejor que sabia hacer.

Su corazón había aprendido a memorizar. Tenía tantos, que por fuerza, su corazón tuvo que hacerse más grande.

Recuerdos raídos por el tiempo que solo destilaban soledad, esos los guardaba en el rincón más alejado, en el más oscuro, junto a los dolorosos, los que la hacían llorar.
Allí estaban, como una sombra quieta y callada, pero siempre al acecho.

Estaban los traviesos, esos que la hacían reír en cualquier momento y sin venir a cuento. Los revoltosos, que la hacían rabiar pues nunca querían marcharse a su rincón del todo, algunos recuerdos, se volvían despistados y se mezclaban con otros, entonces, tenía que sentarse un rato y poner orden, de tanto en tanto con sus letras los convertía en historias y las guardaba en su cuaderno.

Algunos los tenia tatuados en su alma, esos eran los mejores, los más preciados para ella, los que le daban fuerza cuando se sentía desfallecer, la sonrisa de sus hijos, el calor al abrazarlos, la primera vez que se perdió en su mirada esmeralda... 

Recuerdos de amor que la hacían sentir que a pesar de todo vale la pena entregarse, vale la pena amar.

 Recuerdos que la hacían sentirse amada, recuerdos a los que se aferraba cuando todo lo demás fallaba, que son lo que al final nos queda cuando todo pasa.

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