Palabras y silencios

"Bella hija del amor, soy esclavo de tus encantos.

Con una sola palabra puedes consolar

todas mis penas."

Rigoletto.

Palabras que guardan enigmas, que pueden desatar, las más terribles de las locuras.  La pena más amarga o llenar de alegría los días más oscuros. Hay palabras que pueden cambiar el rumbo de una vida.

Alimentar el ego de quién espera reconocimiento. Devolver la ilusión, a quién la creía perdida y hasta hechizar al más descreído, obrando un encantamiento.

Palabras que construyen o destruyen. Palabras que llenan de vida y esperanza. Palabras traviesas que hacen sonreír, y otras que sin querer nos hacen recordar.

Palabras que a veces se malinterpretan. Que se llevan cada cual a su terreno según convenga.

Algunas que no se pueden explicar, porque salen del alma, esas son las más puras, las que dicta el corazón.

Y las que antes de acabar de pronunciarse,no necesitan mayor explicación.

Las que detrás de una mentira esconden un secreto.

Palabras precavidas, pero necesarias, que hacen ver la realidad y llenan de quietud la vida, sanando el corazón.

Otras, que dan o quitan razones, que traen y llevan conclusiones.

Palabras a las que la razón ampara, sosiegan el alma. Hay palabras, que no dicen nada y silencios que son más locuaces que todas las palabras. 

Silencios que acompañan, que comprenden y acompañan.

Silencios cargados de sentimientos que se trasmiten con un suspiro. Silencios cómplices y silencios que hacen cosquillas en el alma.

"Y sonrío y me callo

porque, en el ultimo extremo,

uno tiene conciencia

de la inutilidad de todas las palabras."

Ángel González.

(poeta)

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