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jueves, 6 de agosto de 2015

Un amor evidente









 Todo comenzó como empiezan  a menudo las cosas importantes, con una gran ilusión, con el corazón galopando intentando salirse del pecho, con los nervios a flor de piel, con el miedo, la ilusión, la fuerza que da la emoción de todas las primeras veces.

Era el principio del verano. Un verano que llegaba cargado de promesas, un tiempo para descubrir, para dejarse llevar, para dejarse acariciar por sentimientos nuevos.

Había llegado el día, sus ojos, por fin se encontrarían. Ella eligió el vestido más bonito, quería estar hermosa solo para él. Se arregló con mucho cuidado, arreglo su cabello, se miro en el espejo, sonrió y salió al encuentro de su destino. Amanecía, el sol brillaba radiante, se dejaba acariciar juguetón por algunas nubes despistadas. El mar en calma , en el horizonte cielo y tierra se besaban . La brisa juguetona que jugueteaba con su cabello.

Tomo el camino del faro, que se erigía majestuoso , solitario, plantando cara a vientos y tormentas,allí en el mirador esperaba él,  guía de su luz.

Llega el momento del encuentro, tan solo unos pasos los separan.

Corazones agitados, distancia que se acorta, el corazón que palpita cada vez más fuerte. Mariposas desatadas recorren su cuerpo de  la cabeza a los pies  y parecen flotar.

Miradas que se cruzan, palabras que no llegan, timidez a flor de piel.

Él que se da cuenta, ella que se ruboriza aún más.

Una sonrisa que aflora tímida, un cuerpo menudo que intenta marcharse , hacerse pequeña, desaparecer.
Antes de girar para volver sobre sus pasos, una voz masculina que rompe el silencio con decisión:

Te quiero. Desde siempre y para siempre.

Palabras pulcras, limpias, sinceras. Palabra guardadas, casi olvidadas que se morían de ganas por salir, se deslizan juguetonas, cruzando la pequeña distancia que los separa. Palabras, que unen dos corazones, dos vidas, que son un regalo, los hacen fuertes, tanto, que se sienten con ganas de volar juntos.

Una mano que busca otra mano. Dedos que se entrelazan, que se deslizan buscando otros dedos, otra piel. Miradas embelesadas que se hablan, que se retan:

- No te vayas.
Sonrisas que  confirman;
- No me voy, contigo me quedo. No me sueltes nunca

El mundo se volvió ajeno, juntos eran luz y todo lo llenaban , como la luz del faro que los contemplaba.

Y así el destino cumplió su tarea, brindó por ellos, siguió su camino, 
buscando otra vida donde posarse, para regalarle la valentía de buscar otra vida para ser un solo corazón.

















Contacta Vía Mail: alinuski5@gmail.com
Mi Libro de poesías: "La vida me sorprende": E editorial ArtGerust : La vida me sorprende

1 comentario:

  1. El no diría nunca "No te vayas"...diría "Ven"...
    Un bacci
    Shasha

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