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miércoles, 27 de mayo de 2015

Sin mirar atrás







Aún con ganas de quedarse hasta el final, fuera cual fuera el final, no sabe porque se dejó arrastrar. Lo que sí sabía, era que jamás habría vuelta posible. No se culpa ni lo culpa de nada, la vida se impuso, las diferencias se acentuaron con el tiempo, no fueron lo suficientemente fuertes. Se vieron obligados, nada más, era inútil prolongar lo que ya había llegado a su fin.

Quizá fueron lo hilos, que de tanto atarse y desatarse, habían terminado por deshilacharse por completo. Quizá solo fue el final era inevitable, ni uno ni otro tenían ya nada que ofrecerse,o porque necesitaba respuestas a un sinfín de preguntas .

Necesitaba poner tonos a los silencios medidos, presencia a la ausencia, poder encadenar instantes transitorios para ir dando forma a lo que había sido su vida.
Despojarse de la venda, para descubrir la verdad, aunque está fuera amarga. Dejar de coleccionar secretos, para dar paso a la libertad de ser ella misma.

Su abrazo fue más corto de lo que su corazón necesitaba. El dolor en el pecho se le hizo insoportable. Le dio la espalda para que no viera que se le escapaban las lágrimas.
Así fue, como se despidió para siempre.

Estuvo a punto de arrepentirse, de dar media vuelta y quedarse anclada en su abrazo, a salvo de sus miedos, pero no lo hizo, y mientras se alejaba, fue jurándose a sí misma, que no había podido ser de otro modo. Que no había culpables, que era el destino y que ese era su camino, que debía recorrerlo sola.

Que la realidad que tanto había soñado, se le antojaba mucho mejor que lo vivido, y que debía buscar su sueño, anticipándose a lo que su corazón le dictaba.

Llegaría hasta donde hiciera falta, buscando ese instante que es capaz de cambiarlo todo, de sacar ese peso insondable que le había apagado la alegría. 
Y todo lo haría, sin mirar atrás.






Contacta Vía Mail: alinuski5@gmail.com
Mi Libro de poesías: "La vida me sorprende": E editorial ArtGerust : La vida me sorprende

2 comentarios:

  1. Es un bello relato, bonito pero triste. Ella no quiere irse, pero siente que debe hacerlo. Aún lo ama, pero no lo suficiente como para continuar. Su partida no es con la alegría de quien huye de una mala vida, es con la pena de partir y dejar atrás lo que aun le es querido. Ella se va persiguiendo un sueño que no le queda muy claro cuál es, pero segura está que lo alcanzará y será feliz, cuando menos más feliz de lo que hoy se siente.
    Me gustó tu obra. Gracias por ello.

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  2. gracias por tu comentario , por ver en mis letras lo que quiero transmitir . Un saludo Juan Carlos

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