Ya no hablan de nada,
de eso; de aquello,
que se ha convertido
en una cicatriz,
por temor a encontrarse
con el dolor.
Un dolor mudo
que suplica y erosiona.
Huyen de las sombras
del miedo,
miedo a que todo cambie,
a que todo lo conocido desaparezca
para siempre de sus vidas.
Miedo a no poder sobrevivir,
a caer en un caos de lagunas
emocionales
que los arrastren a un abismo
del que saben,
no podrán escapar.
Miedo a no saber
disfrazar
la verdad de sus miradas.
No quieren, no saben vislumbrar
nuevos horizontes
porque no saben
si el futuro existirá.
Mi Libro de poesías: "La vida me sorprende": E editorial ArtGerust : La vida me sorprende
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