Se conocían solo por sus letras.
Le dejaba cada día
su alma impresa
en un papel.
Inventaban y escondía
adivinanzas
en sus versos
para que ella,
descubriera su amor,
en cada linea ,en cada verso
en cada estrofa.
Escribía para ella
páginas en blanco
con trazos decididos y rotundos
promesas de un tiempo mejor.
Escribía.
Una historia que contar.
Una carta que escribir.
Una vida por vivir.
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