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jueves, 19 de septiembre de 2013

en un abrazo, me paré




Así fue,
con el puerto al fondo,
el mar, la luna,
hechizo de luz,
salitre y calma
que, con un te quiero
me regaló.

A veces,
para poder continuar,
hay que parar el mundo.

En la eternidad
de tu abrazo,
me pude parar.

Pude devolver
la cordura a mi corazón
que no encontraba
sentido a mi locura.

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