¿Cómo pudiste
ser capaz de abandonar?.
Decidiste marchar,
escapar, esconderte.
La culpa fue de tu alma
que se escondió de mi corazón.
Fue bonito soñar juntos,
arropar nuestros sueños
y convertirlos en recuerdos.
Te veré marchar,
sin quererte acompañar.
Pobre alma mia,
que le cuenta
mentiras al corazón.
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