Erase una vez, una ternura
que se convirtió en melancolía.
Una nostalgia que se hizo fuerte
en cada madrugada,
porque la soledad
le daba miedo.
Y sin avisar, un día
la tristeza la vino a buscar.
Se durmió su corazón,
y del Amor quiso desertar.
La Esperanza la encontró
y no la dejo
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