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domingo, 20 de enero de 2013

Cuento inconcluso...









Había una vez una princesa,
siempre estaba en el bosque con los animales.
Entendía más a las criaturas del Bosque de Arboles Cantores que a las personas que la rodeaban. Y aunque se sentía protegida y querida por ellos, se sentía sola.

Ella no quería riquezas ni tesoros, solo quería ser feliz y sabía como hacerlo.
Solo tenía que romper un hechizo, lo que no sabía era como romperlo.
Alguien debía ayudarla,acompañarla, guiarla y cuidarla.

Un día en palacio escucho los planes de sus padres para casarla con un joven príncipe que ni siquiera conocía y ella que sabía que en algún lugar del mundo su Dulce Caballero la esperaba, huyó aterrorizada.

Refugiada en el bosque, fue inevitable llorar y todo se transformo.

Se durmió agotada, no tenía fuerzas.
Los animales la cubrieron con musgos y ramas. Las estrellas brillaron mas fuerte, para que si despertaba no tuviera miedo.

La princesa, paso noches bajo los luceros, se inundo de su luz, se impregno de la Luna y del Rocío , en aquella hermosa Primavera, las mariposas y las flores, los helechos,los guijarros fueron sus compañeros.

Y sucedió que una noche de alacranes y estrellas, sintió que alguien la besaba...

Despertó... allí no había nadie, solo había sido un sueño.

Las hadas, los faunos,las criaturas del Bosque, sus amigos, viendo la pena de su corazón, le dijeron que ellos guiarían sus pasos.

En pos de su Dulce Caballero partió.....


                       

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