Suerte que la marea
te trae a mi memoria
y no te olvida nunca.
Sigo el sonido
de una caracola.
Las olas me acunan suave,
La espuma me teje un vestido,
La arena calza mis pies.
Desatas mis pasiones
en tormentas ,
y me transformo,
fuerte, brava, impetuosa.
Ya no hay naufragios
en mi alma.
Tu eres mi ancla.
En ti me hago roca.
Horizonte de Vida y Esperanza.
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