lunes, 13 de noviembre de 2017

Los días perdidos




Tú sabes que cuando te odio, es porque te amo hasta el punto de la pasión que desquicia mi alma.

                                        Julie de Lespinasse









Espérame tranquila amor,
vuelvo enseguida, vida mía.
No tengas miedo,
duerme tranquila
ya no estás sola.

Y  yo te creí...




Una noche sin luna te fuiste como si no pasara nada. Olvidaste cual era mi portal, que yo te esperaba sentadita en mi silla de enea y me quedé llorando llenita de pena.

Me robaste el porvenir, dejándome caer en el pozo más oscuro de la desesperación.

Con el recuerdo perdido en el pasado, me oyeron gritar, llorar y maldecir tu nombre.

Marchaste, dejando tras de ti la huella de la soledad, me quedé perdida, en esta tierra de nadie, seca, estéril, fría y oscura.

En mi mundo dejó de brillar la luz.

Siguió pasando la vida, una vida que continuó sin mi, todos los días volvieron a ser uno más viendo las horas pasar. Se me pasó la vida para a amar a nadie más.

Aprendí a no olvidar y a esperar.

Después, mucho después, mi cuerpo empezó a desprender olor a vidas pasadas y no me importaba, era tú recuerdo que me visitaba a escondidas.

Mi corazón lleno de desconsuelos e incertidumbres sentía que siempre te estabas marchando y mi sinrazón necesitaba que volvieras para devolverme el aire.

Me aferré a tu recuerdo y lo até a mi corazón para que no te convirtieras en un extraño en mi vida.

A veces, te enredabas en mi mente como una tortura, como una loca obsesión, te acumulabas en el alma y entonces me dolías; no vendrías a salvarme del precipicio ni de las sombras ni del vacío ni del caos...

Quedaron para siempre mil sueños pendientes y donde siempre hubo amor, tan solo quedó una herida abierta.




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sábado, 11 de noviembre de 2017

Dos solitarios




La casualidad nos da casi siempre lo que nunca se nos hubiere ocurrido pedir.

                                                  Alphonse de Lamartine










En realidad no fue para tanto, 
tan solo un instante hermoso,
una caprichosa casualidad,
en un verano impaciente
que les regaló 
una brizna de felicidad.

Destinos invisibles
que los esperaban 
en la Calle de la Amargura,
para regalarles caricias y besos
con sabor a menta,
y el calor templado
de un abrazo bajo la luna llena
de Santa Inés.

Con el sonido de fondo
de una balada 
que cantaba triste
un viejo marinero.

Dos cuerpos que se fueron
amoldando en un baile
envuelto de ternura,
alumbrado por las luces 
que procedían de las estrellas.

Sus ojos le sonrieron,
le sostuvo la mirada,
se lanzó a sus brazos,
él, un deseo le regaló.

Sus manos entrelazas,
libres y cautivados
se entregaron al
porvenir.

Todo sucedió deprisa,
lo vivieron, lo sintieron
lo guardaron
en sus almas.

Dos vidas perdidas
con los corazones rotos.





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miércoles, 8 de noviembre de 2017

Miedo al miedo



No hay que tener miedo de la pobreza ni del destierro, ni de la cárcel, ni de la muerte. De lo que hay que tener miedo es del propio miedo



                                              Epicteto de Frigia









Miedo a que la vida pase
a que nada ocurra.

Miedo a no conseguir
lo que tanto desea.

Miedo a perderse
en un horizonte
de mentiras y monotonías.

Miedo a no ser libre.

Miedo a que las respuestas
se le pudran dentro.

Miedo a dejar de soñar,
a seguir siendo invisible.

Miedo a acompasar sus latidos
a un corazón frío.

Miedo  a que se agoten
las esperanzas.

Miedo a que la oscuridad
lo anegue todo.

Miedo a quedar anclada
en los recuerdos.

Miedo a convertirse
en hierro, en acero,
en frío, en hielo.

Miedo a encontrarse en sus ojos
y volver a perderse.




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domingo, 29 de octubre de 2017

La valentía de amanecer en tiempos futuros



Muchas cosas no nos atrevemos a emprenderlas, no porque sean difíciles en sí, sino que son difíciles porque no nos atrevemos a emprenderlas

                                                                                     SÉNECA







-¡Imagina! le dijo
y ella, lo imaginaba,
lo entendía.

Lo había sentido
lo había visto,
en un mundo
que ya no existía.

En una vida pasada
que una vez fue real, 
con personas reales
e historias sin terminar.

Ella quería olvidar,
él no la dejaba olvidar,
el destino suele ser
insistente
-¿Por qué yo?
¿Por qué no?.

Trató de escapar de él,
comenzó a caminar
con la cara manchada 
de sal,
no podía volver
a volcar su amor 
en él.

Su angustia parecía
capaz de hacerla pedazos,
su corazón comenzó 
a latir más fuerte,
demasiado deprisa.
creando, construyendo
un muro para protegerse.

Profundamente triste, exhausta,
se sintió  insoportablemente sola.
estancada, bloqueada
se estremeció.

Un frío resentimiento
en su mirada,
pero se enfrentó a él
y a sus miedos.

Se echó a llorar dejando 
que saliera toda la rabia
acumulada,
derramó lágrimas
para toda una vida.

Más tarde,
pudo volar libre, sin dolor
sin mirar atrás






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jueves, 26 de octubre de 2017

Inercia







Tanta prisa tenemos por hacer, escribir y dejar oír nuestra voz en el silencio de la eternidad, que olvidamos lo único realmente importante: vivir.

                                             Robert Louis Stevenson 









Entró en su alma
para no salir jamás
de ella.

En su corazón, todo el amor
que tuvo que guardar.

En sus manos,  lágrimas ,
vertidas a escondidas.

En sus ojos,
la tristeza de un presente
y la niebla del futuro.

Ese fue su tormento;
sus ruegos,
nunca llegaron al cielo,
ningún santo
escuchó sus plegarias
y quedó para siempre
adormecida y triste,
quizá, 
porque entre palmeras
y árboles de té,
olvidó una vieja promesa,
dejó de imaginar figuras
en las nubes,
dejó pasar el tiempo
y sus destrozos.

Sonreía, pero en su interior,
no dejaba de llorar,
porque sentía más nostalgia
de la que su corazón podía soportar,
y es que es difícil odiar
a quién se quiere de verdad.

Se fueron sus días,
perdió su tiempo,
se le fue la vida
sin apreciarla, sin devorarla
sin sentirla
y aprendió
a vivir por inercia.






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domingo, 22 de octubre de 2017

Y caí







Pero hay muchas maneras de sentir el abandono... y el desprecio. Basta un minuto; a veces, basta una mirada para lastimar un corazón.


                                        Gonzalo Torrente Ballester 







 Y caí rendida
en tu abrazo vacío,
en tus brazos,
que ya no me sostenían.

Y no te de dije
que en mi corazón 
se abrió un agujero negro,
que cada vez que me miraba
en tus ojos,
el agujero se hacia más grande
y profundo.

Me estreché con más fuerza a ti,
me quedé callada, llena
de impotente desesperación.

Era demasiado tarde
para todo.

Sentí un temblor en lo más
hondo de mi ser,
misterio, oscuridad
e interrogantes,
entendí que estaba sola.

Un dolor frío se apoderó
de mi alma
haciéndome perder 
el corazón.

Y caí....


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viernes, 20 de octubre de 2017

Rencores mudos




Les costaba ponerse de acuerdo. De hecho, rara vez estaban de acuerdo. Discutían todo el tiempo y se desafiaban todos los días. Pero a pesar de sus diferencias tenían algo importante en común: estaban locos el uno por el otro.”
                                   El diario de Noah.














Un nudo en la garganta,
un nudo
que ata otro nudo.

Se esperaron 
estaciones enteras.

El viento se llevó sus palabras,
que no les devolvió
ninguna respuesta.

No volvieron a hablar
de lo que había y no había
sucedido 
para no hacerse daño,
pero, el silencio tampoco ayudó.

Se miraron sin sonreír
entre ambos un abismo,
una grieta, una herida abierta
y los dos al borde del precipicio.

Se pidieron limosna
con la mirada
y recogieron migajas
de un amor frío
y apagado.

Dejaron la puerta abierta
y en su corazón
la decisión de cerrarla
para siempre.






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lunes, 16 de octubre de 2017

La libertad que da el saber








No existe la libertad, sino la búsqueda de la libertad, y esa búsqueda es la que nos hace libres.


                                                                                                                                             Carlos Fuentes





Ella quiere saber,
saber, para poder olvidar,
para poder dejar atrás
culpas inútiles.

Saber para poder continuar
una vida, ahora,
paralizada por el dolor
y el miedo.

Saber para desterrar por siempre
el resentimiento, el habito, el recuerdo
y la costumbre.

Saber porqué su alma
tiene los colores del invierno
y necesita deshacer los nudos
del pasado.

Saber, entender, comprender
el porqué ya no siente nada,
y lo extraña como si estuviera
a cien años de distancia.

Saber, aunque sea aquello
que nunca querría saber.

Saber,para ser libre,
libre para hablar,
para gritar, soñar,
libre para sentir,
con el alma abierta,
llena,
sin espacios vacíos.






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viernes, 13 de octubre de 2017

Soñando, viviendo, durmiendo



-Los sueños son necesarios para la vida.

                               Anais Nin.









Y me tumbo,
el frío de las sabanas
que cubre mi cuerpo
me hace sentir un escalofrío.

Mis ojos se acostumbran
a una oscuridad conocida
que me abraza,
lo miro todo en silencio,
el recuerdo de tu olor
lo inunda todo.

Tengo frío,
ante mi, un horizonte
extenso, plano y lejano
como el futuro.

Mi alma asfixiada
y extenuada siente
que no puede seguir.

Ya no sonrío, tan solo
desprendo cansancio
y apatía.

Mis ojos llenos de desconcierto
ya no fijan la mirada.

Mis palabras solo tienen 
todo el desdén del mundo.

Mi corazón hecho pedazos,
roto,
como los restos de una belleza
destruida.

Mi memoria colgada
de mis nostalgias, añora
un mundo que ya no existe,
antes, lleno de alegría, ahora,
triste y desangelado,
como un nube que tapa
el sol.

Me resisto con todas 
mis fuerzas
a mi destino.

Y me duermo,
sueño con encontar
refugio entre tus brazos.









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viernes, 29 de septiembre de 2017

El silencio de tu nombre



Todas mis esperanzas están en mi.

                                  Terencio.











Pensé, también esto pasará, y pasó; pero dolió, escoció, fue duro y costó.

Llantos, sufrimiento, dudas, tormento, incertidumbre, nostalgia, miedo, fueron compañeros de viaje, pero, todo pasó.

Quedó la resignación.

Pasó el deseo incontrolable de querer morirme entre tus brazos, pues no entendía tu abandono, pasó la angustia de pensar en que pude fallar.

Yo no fallé, todo estaba escrito, eramos dos eslabones rotos de una cadena, no supimos leer entre lineas lo que la vida nos brindaba.
Tú escribiste el final de una mustia realidad. 

Ausente a mi dolor te llevaste cada uno de mis sueños, tu corazón se olvidó de mi. Yo, dejé de pronunciar tu nombre, dejaste de existir en mis sueños.

No fue fácil vivir de recuerdos, intentar empezar de nuevo. Maldita cordura de mi tormento que tregua no me dio.
No fue fácil encontrar el valor de volver a creer.

Pero un día, el cielo amaneció soleado, ninguna nube apareció en el cielo, la oscuridad dio paso a la luz, me aferré al olvido y pude mirar atrás sin sentir pena ni dolor.
Entonces pude seguir, nuestros destinos empezaban a alejarse. Jugué a olvidar lo que perdimos, dejé que mis lágrimas aprendieran a sonreír y como la memoria es caprichosa, cuando me ganaba la añoranza pensaba...

¿Cuanto de mi
quedó en ti?

Volvió a ser abril, se acabaron todas las preguntas sin respuestas. Y así fue como encontré la luz del sol.




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miércoles, 27 de septiembre de 2017

La fuerza del destino







Siempre hace falta un golpe de locura para desafiar al destino.

                                            Marguerite Gourcenar




Corre sin parar
corre sin mirar atrás,
dejando el peso del miedo 
a no saber que ocurrirá después
en el camino,
pues, aunque no sepas donde
te dirigen tus pasos
sabes de lo que te alejan.

Corre, tan solo buscando
silencio y calma.

Corre, dejándote arrastrar
por la fuerza del destino.

Corre, y en cada tramo
del viaje, ve dejando
los recuerdos
que son como sombras
dónde se adivina todo
sin verse nada.

Corre y borra de tu memoria
los enredos, el dolor, la decepción
y la perdida.

Para sentirte mas fuerte,
para sentirte mas valiente,
corre hasta tu último aliento.

Corre, aprende a llenar
los espacios de tu alma.

Corre, pierde la cordura
siente la locura
la pasión por la vida.

Corre, todo lo bueno
te espera.




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