Sombras

Y si miro hacia la sombra donde la luz se deshace, temo también deshacerme y entre la sombra quedarme confundida para siempre.

               

                                                        Concha Méndez

Nunca pude librarme

de la tristeza

de aquella tarde

que llenó de sombras 

mi interior.

Sombras que me hicieron

respirar un aire distinto.

Sombras que ahuyentaron

 la felicidad.

Sombras que lo inundaron todo,

deshaciendo el futuro,

volviendo confusos los recuerdos,

rasgando la memoria

arañando el corazón.

Sombras que me destrozan

por dentro

dejando huecos

imposibles de llenar.

Sombras que no dejaron

de recordarme

que ya no podía esperar nada.

Sombras que se cruzaron

entre nosotros,

como las sombras en la oscuridad,

para que no pudiéramos

encontrarnos.

Sombras que hicieron

que mis lágrimas se escaparan

mientras te dejaba en el olvido.

Sombras de tristeza

entre tú y yo.

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La nada

"A veces de noche, enciendo la luz para no ver mi propia oscuridad"
                                        Antonio Porchia

Tenía un corazón alborotado,

una alegría sobrenatural

y una esperanza

que le sentaba muy bien,

encastrada en el alma.

Tenía un futuro

que la rondaba,

un destino que bendecía sus pasos

y los hilos del azar

haciendo y deshaciendo

a su antojo,

enlazando su alma

y anudando su ilusión

 a ellos.

Tenía la luz en sus ojos.

Lo tenía todo delante

y él, no supo verlo,

pues hay quién prefiere

los cactus

a las rosas,

el lado oscuro de la luna,

la caricia de un viento helado,

soñar en blanco y negro.

Hay quién  elige perderse

en un camino sin retorno,

escribir cartas

que nunca serán enviadas.

Hay quién oye

pero no escucha,

que ve,

pero no mira.

Hay quién vive

la vida a medio gas

y se conforma

con un cielo oscuro

amenazador y tenebroso,

que se queda

con la apabullante inmensidad

de la nada.

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Cuando la vida ahoga

La puerta de la felicidad se abre hacia dentro, hay que retirarse un poco para abrirla: si uno la empuja, la cierra cada vez más

El se ríe,

yo me sonrío,

por dentro,

me ahoga la pena

pues de nuevo

al mirarlo,

me he sentido sola.

Nada fue como había esperado,

el desconsuelo me golpea

como un puño enfurecido,

su sola presencia

me ahoga,

pues a su lado

siempre parece invierno.

El se ríe,

yo ya no sonrío,

me alejo de su lado.

Los cristales empañados,

apago las luces,

más allá de la ventana

una blancura infinita,

en la habitación

una tristeza

que se niega a marcharse.

Un presente enquistado

donde nada llega,

como una cadena perpetua,

como escoger un camino

cortado,

que te lleva a un callejón 

sin salida.

Cierro los ojos

e imagino un futuro,

como un haz de luz

estallando en lo más denso

de la noche,

como si así, pudiera

aferrarme a algo,

aunque sea intangible,

esperanza, lo llaman.

Mientras, una agradable 

sensación de abandono

inunda mi espíritu.

Respiro,

para comenzar de nuevo

borrar lo que lastima,

poder reinventarme,

para poder tomar

de nuevo su mano

y poder decirle...

Cógeme fuerte la mano,

no me sueltes,

a pesar de todo,

no te dejaré atrás.

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Amor, amar

Créeme, en tu corazón brilla la estrella de tu destino.

                                         Friedrich Schiller

Amor de mis soledades,

amor de mis suspiros,

amor de mi necesidad.

Amor hermoso

como noche de luna llena.

Amor que consigue

que la sonrisa

se escape de mis labios.

Amor que me salva

de la locura,

que me hace inmune

al dolor.

Amor que eres consuelo,

alivio de la pena

y la tristeza.

Amor, buen amor

que tira de mi

hacia adelante

sin mirar atrás.

Amor de vida,

de sueños ,

de besos tibios,

luz en el alba

de un ocaso apagado.

Amor y destino,

amor para amar,

mi amor.

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Silentium

...y sonrío y me callo porque, en último extremo,

uno tiene conciencia

de la inutilidad de todas las palabras.

                                           Ángel González

A través de un océano

infinito 

de sueños rotos,

cambié decepción

por tristeza,

tras el descubrimiento

de una horrible realidad;

no quise ver, que la vida

jugaba conmigo,

preferí creer que a veces,

el destino coge atajos

para unir corazones

y vida.

Por miedo y amor

callé,

no supe defender

la felicidad,

el miedo me hizo huir

de un destino

que estaba escrito 

en las estrellas.

Al borde del  precipicio

vacié mis penas en el aire

y nuevos vientos

deshicieron el nudo

que mi alma oprimía,

ese, que no me dejaba soñar.

Las huellas del pasado

se borraron, 

como los castillos de arena

en una tormenta,

y solo quedaron, 

reproches.

Tristeza mezclada

con ausencia,

triste final,

para unos sentimientos

que me habían envuelto,

aprisionado, esclavizado,

con pocas certezas

y muchos interrogantes,

aunque se resistieron a marchar,

los dejé atrás

para encontrar un nuevo camino.

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Sin miedo

"La violencia es el último refugio del incompetente"

                                                    Isaac Asimov.

No mereces mis noches

de desvelos,

ni llantos en silencio

ahogando lagrimas

en mi almohada.

Te dejo en la penumbra.

Te condeno a  la soledad,

al olvido, al abandono.

Te destierro de mi memoria,

de mi vida, 

de mi alma.

Porque eres como una bocanada

de aire helado

y cada vez que intento

alzar el vuelo,

apareces para cortar 

mis alas.

Te dejo atrás,

porque sin esperanza,

sin futuro, el miedo 

te atrapa,

la fe desaparece

y yo quiero volar,

sentir hasta desbordarme,

esperar un mañana

para vivir,

sin miedo....

A  todos los hombres y mujeres que plantaron cara al miedo y decidieron volar , mi admiración y respeto.
A todos los hombres y mujeres que abusan de otro ser humano mi desprecio absoluto por su cobardía.





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Dos almas

Tengo que abrazarla por ofrecerme esa sonrisa tan cálida en medio de este infierno.

                                                      

                                         After, alma perdidas - Anna Todd.

Gritó su nombre

al viento,

la lluvia había cesado

dejando solo un cielo 

sombrío.

Miró a la luna

convocando recuerdos,

la realidad, 

volvió pertinaz,

con la fuerza

de una tormenta

que todo lo arrasa,

y tuvo frío,

mucho frio.

Cerró los ojos

y pudo oler el mar,

su perfume,

creyó notar el calor 

de su cuerpo,

su cálido aliento

rozando su mejilla.

Sintió miedo,

pero también

sintió su fuerza.

Abrió los ojos

y sus miradas 

se encontraron,

fue como recibir una 

caricia no solicitada

y sonrió.

Se sintió liberada

del peso de la pena.

Suavemente posó

sus labios sobre su boca

ignorando el miedo.

A su lado el corazón

latía con más fuerza.

Sus palabras se adentraron

en su alma.

"Mi paloma herida,

mi paloma perdida,

sonríe,

ya estas segura 

en mis brazos".

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Estrella perdida

¡He perdido mi gotita de rocío!, dice la flor al cielo del amanecer, que ha perdido todas sus estrellas.

                                                                                                                    Tagore

Y siente una punzada 

en el corazón,

el hechizo se ha roto.

La estrella del Amor,

se ha perdido de su cielo.

Se distrajo tan solo 

un segundo

con sus pensamientos

y no lo vio llegar,

pasó de largo por su camino

y eso, que llevaba

toda la vida esperándolo.

Amargo final

para el tránsito 

de tantos años de fantasias

y anhelos.

Esperanzas perdidas,

cero posibilidades.

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El circulo del tiempo

¿Dices que no se siente la despedida?, ¡Ay!, di al que te lo dijo que se despida.”

                                                                 RICARDO PALMA

Otro amanecer,

la alborada despuntando.

Un día nuevo.

Nubes espesas y oscuras

amenazaban descargar

con furia.

De pronto, sintió frío,

como si al verlo alejarse

se hubiese desprendido

de la coraza que la mantenía

protegida.

Le dio un vuelco el corazón

y por un instante

dejó de sentir,

dejó de respirar

dejó de existir.

Sintió que se ahogaba 

en su dolor,

pero no lo siguió,

dejó que se marchará.

Mirando como se alejaba,

pensó, que tal vez,

fuera su esperanza, 
la que le hizo pensar

que él, sería distinto,

y su vida quedó vacía,

exhausta, rota y atrapada,

como si dejara de latir 

su corazón,

perdida, en un laberinto

de confusión.

Tuvo miedo, tanto, que su voluntad

quedó paralizada,

no fue capaz de encontrar el coraje,

la determinación,

ni la fuerza.

Se quedó con un destino desordenado.

 Al atardecer se rindió,

volvió de su silencio,

recorrió el camino,

esta vez hacia atrás, para

encontrar la manera

de tomar otro camino.

Se fue, sin nada

pero con todo.

Lo vivido, lo sentido.



Fotografías : Laura Len.

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Y sin querer....

Cuando uno transita por un súbito desamor siente que el mundo se termina.

                                                                                                                                          Alejandro Dolina

Un silencio,

dos miradas cruzadas,

la suya y la mía.

Todo el peso de la soledad,

la suya y la mía.

Lágrimas mezcladas,

las suyas y las mías.

Un amor perdido

por las dudas,

las suyas y mas mías.

Dolor de corazón,

almas cansadas,

todas las penas en una,

las suyas y las mías.

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Antes de amanecer

“Si de verdad existe alguna clase de dios, no debe de estar en nosotros. Ni en ti ni en mí, pero quizás en un pequeño hueco entre nosotros...” 

                                         Antes de amanecer

Noche oscura

y luna llena

sobre sus cabezas.

Noche sofocante,

llueve en Madrid.

La mira y calla,

piensa que si calla,

quizá ella,

quiera romper el silencio.

La siente ausente

pero tan presente a la vez,

que cree verla

esbozar una sonrisa.

Sigue callado

mientras todo

se va desdibujando

como si fuera tinta

en un papel mojado,

el preludio de un final.

No hay palabras,

es su llanto

el que rompe el silencio

y la serenidad.

Lágrimas,

que son como fragmentos

de cristales rotos

que reflejan parte de la realidad.

Otro momento de silencio.

Comienza a besar

cada una de las lágrimas

que recorren su rostro.

Es un amor tan profundo

que pese a todo, sabe,

que sin ella la vida

se volvería imposible.

Toma aire, la coge de la mano,

se queda con ella,

no la suelta.

Vuelve a mirarla

y en su mirada descubre

un último resquicio de claridad.

Un destello de luz

que despierta sus recuerdos.

Sigue callado,

sigue llorando,

se funde en una abrazo

sin palabras,

no hace falta,

sus ojos, bañados de amor,

hablan por ellos,

se besan

antes del amanecer. 

                                       

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